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La elección de un vehículo BMW es una decisión delicada que no debes tomar a la ligera. Ya has dado el primer paso de poner la vista en un coche que combina lujo, confort y seguridad de manera magistral. Ahora tienes que conocer al detalle los diferentes modelos que ofrece esta marca según los componentes de sus sistemas de propulsión. Para ello distinguimos entre vehículos de gasolina diésel híbridoeléctrico.

Entendemos que tengas dudas sobre las características y ventajas de estas cuatro opciones. Quizá ya hayas sido conductor de un vehículo de nuestra marca y quieras dar el paso de probar otro de sus sistemas. O puede que este sea tu primer BMW. En cualquier caso, vamos a ayudarte, explicándote detalladamente cada método de propulsión. Queremos que la última palabra la tengas tú, pero estando bien informado sobre lo que puede ofrecerte cada uno.

 

¿En qué se diferencian los coches de gasolina, diésel, híbridos o eléctricos?

 

Antes de entrar en profundidad con la explicación de pros y contras de estos elementos, hagamos un repaso sobre en qué consiste cada tipo de vehículo a grandes rasgos:

 

Automóvil de gasolina

Este vehículo utiliza un motor de combustión interna (también llamado ICE). El combustible empleado es gasolina, mezcla de hidrocarburos derivados del petróleo con una densidad de 680 kg/m³. Combustión interna quiere decir que la gasolina se mezcla con el aire una vez que entra en el motor y se comprime dentro de sus cilindros. También se le conoce como motor de explosión, ya que la gasolina explota internamente. La explosión empuja y acciona un pistón que hace girar el cigüeñal del motor, a su vez conectado a la transmisión que mueve las ruedas. El pistón también empuja fuera los gases quemados en el proceso (el humo que ves en el tubo de escape). Todo esto ocurre muy rápido, sucediéndose las explosiones varias veces en un segundo.

Gasolina, diésel, híbrido o eléctrico

 

Vehículo con motor diésel

También hace uso de un motor de combustión interna, como el de gasolina aunque, como verás, hay ciertas diferencias en el proceso de combustión. El combustible empleado es diésel (gasóleo o gasoil). Se trata de un hidrocarburo líquido con densidad de 850 kg/m³ y, por tanto, más pesado que la gasolina. En los motores de gasolina, el cilindro tiene una bujía que provoca una chispa para que se dé la combustión. Pero en los motores diésel la combustión tiene lugar como consecuencia de la alta temperatura del aire al entrar en contacto con el combustible (en la fase de compresión). Esa es su principal diferencia. Al ser más pesado que la gasolina, el diésel tarda más en consumirse y tiene mayor poder energético.

Gasolina, diésel, híbrido o eléctrico

 

Coche eléctrico

Es un vehículo propulsado por la acción de uno o varios motores eléctricos. Estos son los encargados de generar la potencia mecánica que hace funcionar al coche y la recuperación de frenado. Se recarga desde una red eléctrica, gracias a un sistema de almacenamiento electroquímico que incorpora a bordo (una batería). En el caso de los vehículos 100 % eléctricos, este es su único sistema de generación y almacenamiento de energía. No hay quema de combustible (combustión interna), sino que la tracción del coche solo es accionada por el motor eléctrico, que a su vez se nutre de su sistema recargable. Pueden usar corriente alterna o continua y los automóviles más avanzados cuentan con baterías de litio. Estos coches también son llamados BEV.

Gasolina, diésel, híbrido o eléctrico

 

Vehículo híbrido eléctrico enchufable

El híbrido emplea una combinación entre el motor eléctrico y el motor de combustión de gasolina para su propulsión. También incorpora el sistema de almacenamiento de energía mediante baterías, que son recargables en una red eléctrica. Su motor térmico y su motor eléctrico son los que suministran la potencia mecánica al vehículo y la recuperación de frenado. Normalmente, este vehículo alterna entre el consumo de energía eléctrica y gasolina según los trayectos. Por ejemplo, gasolina en los trayectos largos y electricidad en los más cortos.

Básicamente, así es como funcionan los cuatro modos de propulsión. Lee a continuación qué es lo que puede aportarte un motor gasolina, diésel, híbrido o eléctrico.

 

El BMW de gasolina: pros y contras.

La gasolina es un combustible de repostaje rápido y sencillo. Conducir un vehículo con motor de gasolina te proporciona buenas sensaciones, pues es un motor que a altas revoluciones desarrolla gran potencia. Es fácil de acelerar y de recuperar cuando está trabajando a alto rendimiento. En general, estamos hablando de un motor con más empuje que otros, especialmente si incorpora turbo. Antes, el motor de gasolina se asociaba a un mayor consumo de combustible, pero los motores que incorporan los BMW de nueva generación han sido mejorados para conseguir un consumo más bajo.

Una de las ventajas de este motor es que las reparaciones y los cambios de piezas suelen ser más económicos. Además, necesita menos revisiones periódicas. Respecto al ahorro económico que supone el coche en sí, no debes preocuparte, ya que a diferencia de otras marcas, el precio de un modelo BMW de gasolina no varía respecto a su versión diésel. En este caso, te interesa más mirar hacia la parte del consumo. Por lo general, si vas a hacer pocos kilómetros al año o darle poco uso, el coche de gasolina te supondrá un ahorro económico. Es un motor que suelen elegir quienes disfrutan de una conducción deportiva por sus prestaciones. En este sentido, puede interesar para las series BMW Coupé, Gran Coupé o Competition. También suele ser muy conveniente en los vehículos de gama sencilla.

En cuanto a desventajas, en general sigue siendo el más caro por kilómetro rodado, por lo que no es tan recomendable si vas a hacer muchos trayectos largos. Su consumo es algo más elevado que el de otros modelos de motor, como los de los vehículos diésel. Conforme más grande y pesado es el vehículo que lo incorpora, más combustible consume. Tampoco es muy recomendable si vas a usar habitualmente remolques con el coche. Otra desventaja asociada al motor de gasolina es el ruido. Aunque para muchos fanáticos de la conducción deportiva esto es un punto favor. Y otro factor considerable son sus emisiones de componentes contaminantes. No son tan elevadas como las de los vehículos diésel, pero de igual modo sigue siendo elevado.

En definitiva, el BMW de gasolina puede venir bien para circulación urbana, pero también para largas distancias. Estos motores siguen siendo hoy por hoy los más versátiles en cuanto a sus diferentes usos. Las familias de pocos miembros suelen optar por los BMW X1, X2 o X3.

 

serie 3 gasolina

 

¿Qué hay del motor diésel?

La ventaja número uno de un coche diésel es su ahorro en cuanto al consumo. Aunque tienes que saber interpretar este beneficio. El motor diésel resulta más o menos rentable según los kilómetros que pretendan hacerse. Por lo general, a partir de los 15.000 o 20.000 km al año, el diésel empieza a ser una buena opción. De hecho, a partir de los 160.000 km de vida útil ya se puede decir que está amortizada la inversión en un automóvil diesel. De momento, el coste por litro del gasóleo sigue siendo más económico que el de gasolina. Hoy por hoy, un motor de diésel sigue significando calidad. Tiene una larga vida útil y sus piezas sufren menor desgaste. Esto es debido a que, como explicamos, solamente el aire es la que hace la combustión. Los automóviles diésel tienen menos piezas; sencillas, pero a su vez muy fuertes y resistentes. Pueden recorrer una gran cantidad de kilómetros haciendo un uso muy eficiente del combustible, por lo que un BMW de gasoil es especialmente recomendable para largos trayectos y un uso intensivo del coche.

El motor diésel da una buena sensación de empuje y es perfecto para cargar remolques. Y otra ventaja es que se trata de un motor silencioso. Si vas a comprar un coche grande, es un motor que te conviene. Es ideal para las personas a las que les gusta viajar mucho. La contrapartida del diésel es que, para coches pequeños, utilitarios o de uso exclusivo, en áreas urbanas no resulta tan rentable. Si no vamos a hacer demasiados kilómetros al año, el ahorro en combustible no es tan interesante como podría parecer. Tampoco debemos olvidar que la mecánica de los coches de gasoil es más complicada. Aunque las averías son menos frecuentes, cuando aparecen suelen ser caras. El mantenimiento en general también suele ser más costoso en términos económicos y lo mismo sucede con las revisiones de ITV.

El motor diésel necesita revisiones periódicas para evitar contaminar. Y asegurar un coche diésel, igual que cualquier vehículo de gasoil en general, también suele ser resultar algo más caro. Por último, aunque es cierto que sigue siendo un combustible barato, el precio del diésel ha ido en alza si lo comparamos con años atrás.

 

diesel

 

Así es el motor eléctrico

Elegir el motor eléctrico es adelantarse al futuro. Puede que en estos momentos los coches eléctricos sean minoría, pero se espera que en los años venideros reemplacen a los de combustible fósil. Son los que cumplen con la normativa de vehículos sin emisiones nocivas que se pretende instaurar. No contaminan. Si apuestas por el vehículo eléctrico verás que se reducen las averías mecánicas. Esto es debido a que dejan de existir el motor tradicional y los cambios de marchas con embrague. Las averías asociadas a estos componentes de desgaste desaparecen. Un coche eléctrico apenas requiere mantenimiento; este es casi inexistente. Y, obviamente, al ser eléctrico tampoco hay consumo de combustible ni tienes que preocuparte de llenar depósitos ni de cuánto combustible gastas. El ahorro es considerable. Puedes dejar tu BMW eléctrico cargando toda la noche.

Otro aspecto importante es que empiezan a existir ventajas para este tipo de vehículos, como exenciones fiscales (impuesto de matriculación gratuito), descuentos en aparcamientos públicos o posibilidad de circular por carriles bus/VAO en ciudades. Proporcionan una conducción cómoda, tranquila, sin ruido y sin tener que cambiar las marchas. Cuentan con el distintivo azul «Cero emisiones». Sus desventajas principales son el considerable desembolso económico que suponen, pues todavía su uso no está extendido, y no contar aún con demasiada autonomía. De momento tienen menos potencia y aún no hay suficientes puntos de recarga.

 

bmw i8 eléctrico

Ventajas y desventajas de un coche híbrido

El coche híbrido supone un ahorro de dinero. Sobre todo en los trayectos por ciudad, que es donde emplearás su motor eléctrico. Al incorporar los dos tipos de motores, emiten menos CO2 a la atmósfera; no son 100 % libres de emisiones, pero sí que contaminan menos. Otra contaminación que verás reducida al conducir un híbrido es la acústica; son vehículos mucho más silenciosos que los de combustión a secas. Además, puedes pensar en ellos como coches eléctricos con mayor autonomía, gracias a esa ayuda extra que proporcionan los motores tradicionales. Esto quiere decir que también podrán usarse sin problemas para trayectos largos, en los que sí emplearán la gasolina. Los motores híbridos suelen ser bastante eficientes y de respuesta rápida. Los BMW híbridos te garantizan una experiencia de conducción muy suave y además son muy fáciles de utilizar.

Como ocurre con los eléctricos, la mecánica de un híbrido es sencilla y su mantenimiento en general es de bajo coste, habiendo menos desgaste de piezas. Además, muchos de los híbridos enchufables de BMW también se benefician de la pegatina «Cero emisiones» de la DGT y otras ventajas para los coches eléctricos (impuesto de matriculación gratis, bonificaciones fiscales y en parkings, carriles VAO, etcétera). Un híbrido enchufable de BMW puede tener 57 km de autonomía 100 % recorridos con el motor eléctrico. ¿Y qué desventajas van asociadas a los híbridos? Pues que al llevar también motor de combustible, algunas tareas clásicas de mantenimiento siguen siendo necesarias (cambio de correa, de aceite…). Y, como ocurre también con los 100 % eléctricos, su elevado precio aún no los sitúa al alcance de la mayoría de la gente.

 

bmw hibrido

 

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