Todos los conductores tienen, al menos una vez, el dilema de escoger entre un coche de gasolina o diésel. En esta tesitura, el portal comparador de seguros web Acierto afirma que, aproximadamente, 150.000 españoles se equivocan en su elección. ¿Quieres saber por qué?

 

¿En qué debes basar tu elección respecto al debate diésel VS gasolina?

El consumo de combustible, la imposición fiscal del carburante o su precio hacen que muchas personas se decanten por el gasoil en la pugna entre diésel o gasolina. No obstante, esta elección no es necesariamente la acertada para la mayoría de los conductores… Sino únicamente para ciertos usuarios y modelos de vehículos.

La evolución de los motores diésel ha sido notable en los últimos 30 años. De hecho, en 2012 el 70 % de los vehículos que se matricularon fueron diésel. Los motivos fueron el precio y otras bondades de su combustible. Sin embargo, esta tendencia sufrió un duro revés en 2018. En ese momento, las ventas totales de los turismos diésel en España apenas representaban el 37 %. Por su parte, los vehículos de gasolina experimentaron un mayor número de ventas, situándose en el 57,2 %. El resto de los vehículos matriculados, el 5,8 % restante, fueron coches eléctricos e híbridos.

En este dilema entre gasolina o diésel, hay que destacar la evolución de los propulsores diésel: en la actualidad, estos no tienen nada que ver con los modelos lentos, ruidosos y humeantes de hace unas generaciones. Su desarrollo te permite disfrutar de motores con un refinado tacto, grandes prestaciones y una amplia oferta de potencia que alcanza todas las categorías. Asimismo, los motores de diésel presentan un consumo más ajustado y el precio del combustible es menor que el de la gasolina.

Pero cada vez es mayor la presencia de los vehículos con motores de gasolina, sobre todo en los coches de segmentos inferiores. Un claro ejemplo son los modelos del segmento A, donde prácticamente han desaparecido los motores diésel. Esto quiere decir que la venta de vehículos considerados urbanos está liderada por los eléctricos o los propulsados por gasolina. No obstante, a día de hoy la presencia de vehículos eléctricos continúa siendo insignificante.

Los motores de gasolina tienen una presencia más que considerable en los denominados vehículos utilitarios. En cuanto a los SUV de tamaño medio y el resto de las categorías de segmentos superiores, las ventas de modelos diésel siguen siendo netamente más numerosas, aunque se comienza a apreciar un ligero cambio de tendencia. La ANFAC (Asociación de Fabricantes de Automóviles y Camiones) recoge un incremento de las ventas globales de los motores gasolina en el mercado nacional, en detrimento de las ventas de coches diésel.

 

¿Por qué comprar un coche diésel?

El desarrollo, la investigación y la innovación en el campo de los motores diésel ha conseguido, con el paso del tiempo, poner a estos propulsores a la altura de los motores de gasolina. Su menor consumo, el refinamiento constante tanto del funcionamiento como de la potencia que entregan y la mejora en el aislamiento del ruido que emiten han provocado que los vehículos diésel sean mucho más atractivos.

En cuanto a su funcionamiento, debes tener en cuenta la reacción óptima a bajas revoluciones, donde se aprecia una buena respuesta al acelerar. Esto es importante en los turismos, pero no tanto en los vehículos pesados. Además, en los coches diésel la capacidad de recuperación a medio régimen de revoluciones es superior a la que ofrecen los vehículos que incorporan un motor de gasolina.

Como ves, los coches de motor diésel han evolucionado mucho. Gran parte de la responsabilidad recae en el desarrollo de sistemas de alimentación cada vez más efectivos, combinados con la electrónica. A esto hay que sumar los turbocompresores de geometría variable y menor tamaño, el denominado common-rail o la alimentación por conducto único y la efectividad de los inyectores. Todas estas son razones de peso que justifican la demanda de motores diésel y que estos llegaran a superar el 90 % de la oferta. Por otro lado, no hay que olvidar el menor precio que tiene repostar gasóleo.

Los diésel consumen menos, pero, ¿qué hay de su mantenimiento?

Uno de los grandes argumentos en la disyuntiva entre gasolina o diésel es, sin duda, el bajo consumo de los coches diésel. Sin embargo, el precio de compra de un coche diésel es un poco más elevado que el de uno de gasolina. A la hora de comprar un vehículo y poner en una balanza la cuestión diésel VS gasolina, no solo debes fijarte en el dinero que ahorrarás en cuanto al combustible si optas por la primera opción: también habrás de tener presente la diferencia de precio entre un vehículo de motor diésel y otro de gasolina de una misma marca y categoría.

Para amortizar la compra de un vehículo diésel necesitas hacer un gran número de kilómetros durante la vida del automóvil, lo que es mucho más factible en los coches de segmentos pequeños. Veámoslo con un ejemplo: imagina que has pagado unos 2.000 euros más por un vehículo de motor diésel. Esto quiere decir que tendrás que recorrer, al menos, 100.000 kilómetros para amortizar ese precio si solo tienes en cuenta la variable del consumo de combustible. No obstante, tras recorrer en torno a 30.000 o 40.000 kilómetros la inversión estaría amortizada.

Por otro lado, deberías tener presente el coste del mantenimiento, puesto que, de forma neta, el mantenimiento de un diésel supera entre un 20 y un 25 % al de los coches de gasolina. El motivo es que los sistemas catalíticos que utilizan los diésel para reducir las emisiones son más caros de sustituir. En determinadas situaciones, como durante la circulación urbana, estos sistemas se suelen estropear porque no se pueden regenerar. Lo mismo sucede con los filtros de partículas cuando se utiliza con frecuencia el motor frío.

Otra cuestión a valorar son las emisiones de óxido de nitrógeno. Los motores diésel han de cumplir con la norma Euro VI; así pues, los modelos de vehículos más pesados y potentes deben incorporar un sistema de reducción catalítica por urea o AdBlue. Esto supone que, cada 10.000 o 15.000 kilómetros habrás de rellenar el depósito independiente con este aditivo. Su precio oscila entre los 8 y los 20 euros.

Por último, aunque igualmente importante, hay que tener en cuenta el precio del seguro. En el caso de un vehículo diésel a todo riesgo, el precio del seguro será entre un 10 y un 20 % superior.

 

¿Por qué comprar un coche de gasolina?

La concienciación sobre el cuidado del medio ambiente es cada vez mayor, y afecta directamente a las emisiones contaminantes de los vehículos. En este aspecto, las restricciones perjudican a los motores de gasolina frente a los diésel. Por este motivo, y sin interrumpir la evolución de los diésel, se ha puesto mucho énfasis en la reducción de los consumos de los propulsores de gasolina para equipararlos a los de gasóleo.

Se ha reducido el tamaño de los motores, principalmente en los coches de gasolina. Casi todos los fabricantes tienen en oferta motores cilíndricos para sustituir al de cuatro cilindros equivalente, que consume más… Aunque no existe una clara diferencia en condiciones reales de circulación.

Si tomamos en cuenta el gasto de combustible, hay que tener presente que los motores gasolina de hoy en día ofrecen un consumo más moderado. Pero, en condiciones de circulación real, existe una clara diferencia entre los motores de gasolina y diésel: los de gasolina presentan un mayor consumo. Además, si elevas la velocidad y se estira el régimen del motor, la diferencia de consumo es aún mayor.

Los motores de gasolina han mejorado considerablemente su funcionamiento. Por su parte, los denominados downsizings están dotados de inyección directa y turbos de tamaño reducido, por lo que garantizan un menor consumo que los motores atmosféricos de gasolina de gran cilindrada y con una potencia equivalente. Esos propulsores son más elásticos que los diésel; dicho de otro modo, su tacto es más suave y aprovechan mejor la gama de revoluciones, lo que te va a permitir disfrutar más de la conducción.

Sin embargo, la respuesta de un motor de gasolina a medio régimen es mucho menor que la de un diésel equivalente en potencia. Eso sí, el motor de gasolina supera al diésel en la aceleración al estirar las marchas. Los motores de gasolina ofrecen una respuesta muy efectiva incluso más allá de las 5.000 r.p.m., algo que en un diésel no sucede al superar las 4.000.

En materia de autonomía y ahorro de combustible el diésel tiene más argumentos a su favor, que harán que la balanza caiga de su lado. No obstante, un motor de gasolina de última generación dispone de elementos diferenciadores clave que lo convierten en una muy buena elección.

Escoger entre un coche gasolina o diésel es, en definitiva, una cuestión de gustos y necesidades. El factor económico no será un elemento tan importante para tomar la decisión. Lo que realmente debe decantar la balanza en favor de uno u otro es el uso que le darás al coche. Si tienes dudas, contacta con nosotros para que te ayudemos a hacer una valoración objetiva de los modelos que más te gusten.